Pinturas sobre lienzo

Cada obra requiere un estudio y diagnóstico previo y un tratamiento adecuado a su naturaleza y estado de conservación.

Los tratamientos de restauración de pinturas sobre lienzo básicamente consisten en la revisión del estado de conservación del bastidor. Siempre que sea posible se conservará el bastidor original. Sólo en caso necesario se sustituirá por uno nuevo.

En el bastidor se realiza una limpieza mecánica del mismo, fijación y consolidación o refuerzo, etc.

En cuanto al tratamiento del lienzo, lo más habitual es realizar por el reverso una limpieza mecánica para retirar polvo y suciedad superficial, restos de colas y adhesivos, parches antiguos y reentelados en su caso si es posible. Posteriormente si hay roturas del lienzo se suturan los rotos con tela y adhesivo por el reverso y si hay pérdidas, se colocan injertos de tela de similares características al original.

Si los bordes del lienzo se encuentran en mal estado de conservación, se realizan unas bandas o bordes perimetrales de tela como tratamiento del soporte para facilitar el tensado y montaje de la obra en el bastidor.

En cuanto a la capa pictórica, se realiza una protección temporal o empapelado con papel japonés de distinto gramaje y cola animal o el adhesivo más adecuado, según proceda. A la vez se suele realizar una fijación y/o consolidación del color, en caso de que la capa pictórica tenga craquelados y levantamientos, que hacen peligrar su estabilidad y para adherir los distintos estratos.

Después del desempapelado se procede a la limpieza físico-química de la capa pictórica, en la que se elimina suciedad superficial y manchas, barnices oxidados, repintes y estucos antiguos. En esta fase, es muy importante realizar unas pruebas o catas previas para determinar los medios y mezclas más idóneas para la limpieza, así como tener muy claro y definido el método y criterio de intervención.

A continuación se realiza el estucado de faltas, que consiste en rellenar y nivelar con estuco tradicional a base de sulfato cálcico y cola animal, las pérdidas de capa pictórica.
La siguiente fase es la reintegración cromática, con distintos métodos, ya sean acuosos como acuarela o témpera, o bien con pigmentos o colores al barniz, para la fase final de reintegración.

Existen diferentes técnicas de reintegración, y debe de adaptarse el criterio de intervención a las características o naturaleza de la obra.

Previamente se suele realizar un barnizado intermedio o protección de la pintura en las distintas fases y una protección o barnizado final, que cumple una función tanto protectora como estética.
Finalmente el montaje de la obra en su marco original o lo que proceda.

Galanteo frente al muro. Obra de Joaquín Agrasot

Proceso de restauración de pintura sobre lienzo.

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